Sobre Otto Rothschild (1906-1981)

Cuando Otto Rothschild llegó de Cleveland en 1928, Los Ángeles era una ciudad en auge, con campos petrolíferos, estudios de cine, pequeñas fábricas de aviones y un desarrollo urbanístico desbordante impulsado por el auge del automóvil. La población de la ciudad se duplicó con creces entre 1920 y 1929, cuando alcanzó los 1,2 millones de habitantes.

Entonces llegó la Gran Depresión. El desempleo alcanzó el 28% en 1932. Aun así, Otto Rothschild, que no había estudiado más allá del bachillerato, tenía algo que resultó ser de gran valor. Tenía una cámara, había aprendido a utilizarla y poseía los conocimientos técnicos necesarios para procesar películas y producir copias. 

Su primer trabajo revelando películas en Hollywood se convirtió en una carrera de por vida como fotógrafo y cronista de Los Ángeles. Combinando una técnica impecable, un ojo artístico y un afán por dejar huella en su ciudad adoptiva, Rothschild lo captó todo, desde la Hollywood Bowl y el glamour de la industria cinematográfica hasta acontecimientos deportivos y políticos.

Rothschild empezó a hacer fotografías para un puñado de clientes en 1932, entre ellos Hollywood Bowl. Su ascenso a la fama como fotógrafo se debe a su impresionante trabajo captando las artes escénicas. Como fotógrafo oficial del Hollywood Bowl (1937-1964) y del Music Center (1964-1974), Rothschild captó miles de actos en el Hollywood Bowl, el Philharmonic Auditorium y la Civic Light Opera, dejando tras de sí un archivo de casi medio millón de imágenes.