Siempre una forma casi desafiante e idiosincrásica de teatro musical español, en el siglo XIX la zarzuela era abiertamente nacionalista y populista, en contraste explícito con la ópera italiana favorecida por la aristocracia y las clases altas. El género chico subgénero de obras de un acto que dominó los teatros españoles en el último cuarto del siglo XIX exploró y se apropió exuberantemente de todo, desde las costumbres de las aldeas rurales hasta las escenas urbanas de la vida callejera.

Probablemente el más popular de todos los fragmentos instrumentales de zarzuela sea el alegre Intermedio de La boda de Luis Alonso (1897), un popurrí de varias danzas tradicionales. (Uno de los temas es una seguidilla que Falla también utilizó en El sombrero de tres picos). También estimado director de orquesta, como com- positor Jerónimo Giménez se especializó en el género chico, incluyendo El baile de Luis Alonso y su precuela, La boda de Luis Alonso. El personaje del título era un histórico maestro de baile de Cádiz, donde se desarrollan ambas obras. Sus argumentos simbólicos son simplemente vehículos para mucho baile.

- John Henken