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Sobre esta pieza

Compuesto: 1892-1893
Duración: c. 16 minutos
Orquestación: 2 flautas (ambas = flautín), 2 oboes (2º = corno inglés), 2 clarinetes, 2 fagotes (2º = contrafagot), 4 trompas, 2 trompetas, timbales, percusión (platillos, glockenspiel, triángulo), arpa y cuerdas
Primera actuación de la Filarmónica de Los Ángeles: 22 de agosto de 1946, con la soprano Dorothy Maynor, Rudolph Dunbar dirigiendo ("Rheinlegendchen"); 21 de noviembre de 1956, con la soprano Irmgard Seefried, Bruno Walter dirigiendo ("Wo die schönen Trompeten blasen"); 17 de diciembre de 1970, con la mezzosoprano Josephine Veasey y el barítono John Shirley-Quirk, Zubin Mehta dirigiendo (doce canciones)

Pocas obras literarias tuvieron una influencia tan grande a lo largo del siglo XIX como Des Knaben Wunderhorn (El cuerno mágico de la juventud), tres volúmenes de poesía popular alemana publicados entre 1806 y 1809. La mezcla de lo cotidiano con lo sobrenatural y lo extraño, y su conexión con los lugares y las cosas alemanas, hicieron de esta colección una obra perfectamente sintonizada con el movimiento romántico, que aportaba los mismos elementos al arte superior.

Mahler compuso dos docenas de escenarios de Wunderhorn, la mayoría de ellos en la década de 1890 cuando trabajaba en su Segunda, Tercera y Cuarta Sinfonía. Hubo una constante polinización cruzada entre las sinfonías y las canciones, ya que la experiencia de componer las canciones enriqueció el proceso de escribir las sinfonías y viceversa. Cuatro canciones de Wunderhorn, de una forma u otra, se convirtieron en movimientos en las sinfonías.

Los cuentos populares del norte de Europa sobre cosas que se tiran a los ríos, flotan en el mar, y vuelven dentro de los peces son notablemente comunes. En "Rheinlegendchen", un obrero reflexiona sobre la búsqueda de la mujer de sus sueños lanzando un anillo a un río. El escenario de Mahler complementa la despreocupación de las reflexiones.

Antes de que Mahler llegara, "Wo die schönen Trompeten blasen" era un diálogo entre dos amantes. Cuando Mahler terminó de reescribir el poema, se trataba de un encuentro entre una mujer y el fantasma de su amante soldado muerto; su promesa de que estarían juntos se convierte en una profecía de su muerte. Los cuernos, las trompetas y las cuerdas se silencian al principio, dando una sensación de distancia y misterio a la escena nocturna. Los mudos se van apagando poco a poco al final, haciendo que el sonido sea más inmediato a medida que el misterio se resuelve y aprendemos que uno de los protagonistas es un fantasma.

"Urlicht" trata sobre la búsqueda del cielo y tiene más que su cuota de toques celestiales, no menos importante es el himno en latón que saluda la primera línea del cantante. La canción se convirtió en el cuarto movimiento de la Segunda Sinfonía.

- Howard Posner