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De un vistazo

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Compuesto: 1941

Duración: c. 33 minutos

Orquestación: 2 flautas (=piccolos), 2 oboes, 2 clarinetes, 2 fagotes, 4 trompas, 2 trompetas, timbales, percusión (bombo, castañuelas, platillos, tambor militar, tam-tam, pandereta, tambor tenor, triángulo, xilófono), piano, cuerdas y barítono solista.

Primera interpretación de la Filarmónica de Los Ángeles: jul 23, 1960, Maurice Levine dirigiendo las Cuatro Danzas del ballet; 5 de mayo de 2022, Gustavo Dudamel  dirigiendo el ballet completo, con Gustavo Castillo, solista.

Sobre esta pieza

El ballet de 1941 de Alberto Ginastera fue compuesto el mismo año en que el compositor argentino conoció a su contemporáneo norteamericano Aaron Copland, que estaba de gira por Sudamérica. Estancia fue un encargo de Lincoln Kirstein (que ya había encargado a Copland la obra Billy el niño), pero su Ballet Caravan se retiró antes de que Estancia pudiera producirse. La trama, las escenas y la textura de la pieza se derivan del poema Martín Fierrode José Hernández, escrito en la década de 1870 como expresión nacionalista del gaucho y un repudio a los cambios en la vida rural provocados por la lucha política y militar. Tan importante como la sustancia del poema es el estilo. Como señalan los traductores C.E. Ward y Kate Ward Kavanagh, "el poema de Hernández pretendía hablar a la gente del campo en su propio idioma sobre sus propios problemas. Narra las aventuras y opiniones de un gaucho arquetípico que sufre las penurias y la injusticia de la época: de una vida satisfecha trabajando en un rancho, el desprevenido héroe es reclutado a presión por la maltratada milicia fronteriza; deserta al encontrar su casa abandonada y a su familia perdida, se convierte en un forajido y, finalmente, escapa a través de la frontera para probar suerte viviendo con los indios. Está escrito con las palabras, imágenes y proverbios de los gauchos, casi una sublengua del español: humorístico, polémico y lírico, en estrofas rimadas supuestamente cantadas a la guitarra, el instrumento tradicional de los gauchos".

El argumento del ballet de Ginastera no sigue el recorrido poético completo de Fierro, sino que el compositor incorporó versos que expresan los diversos episodios de la vida de un gaucho a lo largo de un solo día. La trama principal gira en torno al romance de un chico de ciudad que se enamora de una chica de campo y supera su escepticismo demostrando sus habilidades como jinete y bailarín. Sin embargo, el significado más profundo es el del día, un elemento que, para el compositor, unía lo humano con el paisaje: "Siempre que he atravesado la Pampa o he vivido en ella durante algún tiempo, mi espíritu se ha sentido inundado por impresiones cambiantes, unas veces alegres, otras melancólicas, unas llenas de euforia y otras repletas de una profunda tranquilidad, producida por su inmensidad sin límites y por la transformación que el campo experimenta en el transcurso de un día".  

Las danzas del ballet revelan la variedad de fuentes, funciones sociales y estilos musicales que captan el espectro de experiencias a lo largo de un día. "Los trabajadores agrícolas" representa a los jornaleros que llegan al pueblo. Se puede oír la pesadez y el barrido descendente de sus pasos mientras alternan ritmos triples y dobles del malambo. Los gestos de los metales captan la fuerza del movimiento antes de dar paso a las maderas. La "Danza del trigo", más tranquila, utiliza la flauta solista y el violín para evocar el entorno matinal y una danza moldeada por el canto. Los oyentes modernos podrían encontrar las formas melódicas y los timbres de naturaleza más cosmopolita. "Los peones de hacienda (Los peones de hacienda) se entretienen a sí mismos y a la gente del pueblo con juguetones pasos de viento de madera, exclamaciones de metales y florituras de timbales. La "Danza final" retoma el espíritu y el ritmo del malambo. Los patrones, muy sincopados, describen los gestos bruscos de manos y pies, que desembocan en una conclusión frenética.

-Susan Key