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Daymé Arocena

Acerca de este artista

En su nuevo álbum, Cubafonía, la cantante y compositora cubana Daymé Arocena se inspira en los ricos ritmos afrocubanos de la isla y los combina con la adaptabilidad del jazz, el pop moderno y la bombardía de Crescent City. Ella remueve un potente brebaje, presentando su visión de Cuba como un lugar cambiante e hibridizado. El eclecticismo no es sólo una palabra de moda en las menciones de los medios sociales de Arocena; es una forma de vida artística para la cantante, que refleja su visión personal de su patria. "No tenemos esta cultura nativa", dice Arocena. "No tenemos gente indígena, como los mayas o los quechuas. Hicieron un país con gente de todas partes, eso es lo que hace a la cultura cubana tan diferente."

Nacido en 1992 y criado en La Habana, Arocena estudió música desde muy joven, cantando en un coro y estudiando formalmente las tradiciones clásicas occidentales. Pero en casa su formación musical fue más espontánea y orgánica. Creciendo en una casa de dos camas con otras 21 personas, los ritmos de rumba eran ineludibles para el joven Arocena. Cantaba música folclórica con su familia y amigos, y practicaba la religión de la santería de la isla, incorporando el canto y el baile. "La música es mi Dios y mi fe", dijo Arocena a Vibe. "La música era mi vínculo con la religión. Me enamoré de la música de la Santería antes que de la religión de la Santería. La santa que tengo es Yemayá, como el mar, me susurra al oído las canciones que escribo". 

Su álbum debut, Nueva Era, apareció en 2015, pero la cantante considera que Cubafonía es su primera grabación "adecuada". Trabajando con un elenco de los mejores músicos de sesión de Cuba, incorpora sus amplios gustos, conectando espiritualmente con los sonidos del gospel de Aretha Franklin, el boyante mambo de Pérez Prado, la rumba de La Lupe, y asintiendo a los sonidos modernos que fascinan a Arocena (nombra al rapero ganador del Premio Pulitzer Kendrick Lamar y al cantante de R&B electrónico moderno Anderson Paak como artistas con los que le gustaría colaborar). 

Cantando en una mezcla de inglés y español, Arocena ofrece un ambiente de cámara lenta ("Como"), música de baile arrastrado ("Lo Que Fue"), guaguancó percusivo ("La Rumba Me Llamo Yo"), y changüí folclórico, un estilo popular en Guantánamo ("Valentine"). Es una música construida en torno a la conversación cultural, conectando con las raíces africanas de Cuba y extrapolándolas en docenas de direcciones globales a la vez. 

Todo esto es natural para un cubano, dice Arocena; el intercambio cultural es la naturaleza misma de la isla. La rumba, la base de la música afrocubana, incorpora el ritmo de la clave, conectando con las tradiciones Abakuá y yuka y compartiendo un nombre con el español "la clave", un instrumento esencial para su firma sónica. Es más, la santería es un híbrido religioso, que combina las tradiciones católicas con las prácticas espirituales de los yorubas de África occidental. 

Este espíritu de combinación y reimaginación guía a Arocena y le da impulso a su dinámica música. Usando la herencia musical de su tierra natal como punto de partida, ella trae las influencias que ha reunido mientras viajaba por el mundo para explorar nuevos terrenos musicales. "Mi cuerpo está buscando / mi alma siempre está encontrando," ella canta en el hermoso "Tal vez mañana," y resume el proceso de Arocena de continuo descubrimiento y apertura a lo que el mañana podría traer.