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De un vistazo

Compuesto: 1782

Duración: c. 6 minutos

Orquestación: flauta (= flautín), 2 oboes, 2 clarinetes, 2 fagotes, 2 trompas, 2 trompetas, timbales, percusión (bombo, platillos, triángulo) y cuerda.

Primera actuación de la Filarmónica de Los Ángeles: 1 de diciembre de 1932, Artur Rodzinski dirigiendo

Sobre esta pieza

El secuestro del Seraglio es una ópera de rescate en la que la heroica actuación de los rescatadores se ve frustrada por la magnanimidad del principal villano. Si se eliminara así el desenlace de uno de los temas de teatro y ópera favoritos de la Europa del siglo XVIII -la liberación de los cristianos, en particular de las mujeres cristianas, del cautiverio turco, especialmente en los harenes turcos-, el público todavía se sentiría muy impresionado. Seraglio a su corazón colectivo cuando la obra se estrenó en Viena en 1782.

Mozart necesitaba urgentemente el éxito, ya que había dedicado su mano a la tarea de escribir la ópera en un momento crucial de su vida. En los años 1781 y 1782 rompió dos relaciones importantes -una con su empleador represivo, el arzobispo de Salzburgo, a quien odiaba, y la otra con su padre dominante Leopoldo, a quien amaba inequívocamente- e instituyó otra con su matrimonio con Constanze (coincidentemente el nombre de la heroína de Seraglio) Weber.

La imperturbable creatividad de Mozart apenas decayó en medio de estos envolvimientos emocionales. Produjo una obra que, aunque no exenta de defectos, tiene una música deliciosa y espléndida, y además, demostró ser un trampolín importante para las óperas venideras.

Con su orquestación cuasi-exótica (piccolo, triángulo, tambor grande y címbalos se añaden a la combinación estándar), la Obertura está en el viejo estilo italiano, a pesar de que Mozart escribió Seraglio para la forma antiitaliana y alemana de teatro musical, el Singspiel. Hay una sección principal muy concurrida que, después de un cierre decidido, es seguida por un episodio lento en menores. Una vuelta al material inicial completa esta parte de la pelusa de Mozart que es eminentemente agradable, alegre pero poco destacable.

- Orrin Howard