Sobre esta pieza

La Alborada del gracioso de Ravel nació como una pieza de piano , el cuarto número de los Miroirs del compositor. El conjunto se sitúa en la línea divisoria de la biografía del compositor entre sus años de joven turco prometedor y los de su celebridad. En 1905, Ravel se presentó por última vez al Prix de Rome, una beca concedida por el gobierno francés a jóvenes artistas prometedores. Había quedado segundo en el concurso de 1901 y superado la criba preliminar en 1902 y 1903, pero en 1905 no logró clasificarse. El revuelo en la prensa y entre las personalidades de las artes y las letras francesas - Romain Rolland, a quien ni siquiera le gustaba la música de Ravel, escribió al director de la Academia de Bellas Artes en nombre del compositor - convirtió al compositor en una causa célebre.

Una vez que el furor se extinguió, Ravel pudo completar Miroirs, incluida la Alborada, que escribió en 1905. Orquestó el movimiento en 1918 y se estrenó al año siguiente en París. Los violines y arpas de pizzicato dan un toque de sabor español, imitando el sonido de una guitarra rasgueada. Vientos solitarios y cuerdas prefiguran la seguidilla -un baile español moderadamente rápido acompañado tradicionalmente por la guitarra- que funciona como un dispositivo de enmarcado en la obra. Un largo solo de fagot, marcado como "expresivo como un recitativo" por el compositor, inicia la incómoda, pero sincera, serenata del bufón, puntuada por interjecciones rítmicas de cuerdas divididas en 24 partes, arpas y percusión. Fragmentos de la seguidilla se inmiscuyen de vez en cuando, y eventualmente regresa para llevar la obra a su fin.

- John Mangum es Vicepresidente de Planificación Artística de la Orquesta de Cámara de San Pablo.