Acerca de este artista
El veterano maestro de salsa alta DAVID SANBORN ha jugado un papel crucial en el establecimiento del sonido del jazz contemporáneo y el pop instrumental. En su notable carrera de tres décadas y media de grabación e interpretación, ha encarnado consistentemente los ideales duales de virtuosismo y versatilidad, revelando un talento único en sus propios y muy apreciados lanzamientos mientras construye un currículum singularmente impresionante que incluye el trabajo con todos, desde Gil Evans a Bruce Springsteen.
El espíritu aventurero y abierto que ha contribuido a convertir a David Sanborn en un icono de la música destaca en Closer (2005), que siguió a su aclamado debut en 2003 con Verve, Timeagain. El álbum vuelve a reunir a Sanborn con el productor de Timeagain, Stewart Levine, y con un elenco de músicos estelares como Larry Goldings ( piano, órgano), Gil Goldstein ( piano, acordeón), Mike Mainieri (vibráfono), Russell Malone (guitarra), Christian McBride (bajo), Steve Gadd (batería), Luis Quintero (percusión) y Bob Sheppard (saxofones), así como Lizz Wright, compañera de Sanborn en el sello Verve, que contribuye con una convincente voz invitada en una memorable lectura de "Don't Let Me Be Lonely Tonight" de James Taylor."
Los diez temas instrumentales de Closer cubren una gama típicamente ecléctica de modos musicales y emocionales, desde la boyante vibración tropical de "Tin Tin Deo" a la exuberancia fluida de "Poinciana" a la introspección nocturna de "Balada de los jóvenes tristes", a la intimidad fascinante de los originales de Sanborn "Sofía" y "Otro tiempo, otro lugar". En otra parte de la colección de 11 pistas, el artista ofrece interpretaciones distintivas de "Capetown Fringe" de Abdullah Ibrahim/Dollar Brand y los clásicos de Horace Silver "Señor Blues" y "Enchantment", y una lectura conmovedora del clásico estándar de Charlie Chaplin "Smile".
El enfoque artísticamente ecléctico de Closer es coherente con la larga capacidad de Sanborn para mantener su identidad como creador de tendencias de jazz mientras sigue activo en los mundos del jazz, el rock y el R&B. "Soy un gran fan de la estructura y la brevedad, y creo que es algo que aprendí del blues y del R&B", afirma Sanborn. "La pieza más larga de este álbum es de unos seis minutos. A medida que pasa el tiempo, me interesa cada vez más la idea de decir más con menos, y de decir lo que tienes que decir y luego salir.
"Acercándome, fui muy claro en mi imagen de lo que quería que fuera el disco", explica el artista. "Gil Goldstein y yo lo arreglamos todo, y grabé demos muy detalladas, tocando todos los instrumentos yo mismo, para dar a los músicos una idea de los tempos y acordes y algunas de las voces. Pero dentro de esa estructura, mucho quedó abierto a la interpretación."
Incluso en el contexto de la imponente obra de Sanborn, Closer se destaca, gracias a su constante inventiva, su expresiva interpretación y el simpático apoyo del excelente reparto del álbum. "El casting", dice Sanborn, "es el 90 por ciento del trabajo. Nunca me he sentido particularmente cómodo dando dirección a la gente. Prefiero encontrar a las personas adecuadas, explicarles lo que quiero y luego dejarlas a su aire, porque una parte importante del proceso es conseguir que la gente invierta algo de sí misma en la situación. Y si encuentras a la gente adecuada, gente con la que te relacionas, siempre es algo más de lo que esperas."
Nacido en Tampa, Florida, el jul 30 de 1945, pero criado en St. Louis, David Sanborn estuvo expuesto a una gran variedad de música en su juventud. Muy pronto se sintió atraído por el trabajo de saxofonistas de soul-jazz como Gene Ammons, Arnett Cobb, Illinois Jacquet, Jimmy Forrest, King Curtis y Willis "Gator" Jackson, improvisadores que equilibraban sus duras chuletas con la calidez y la expresividad. Adoptando el saxofón alto como instrumento principal, Sanborn se sumergió en el jazz, conservando al mismo tiempo una afinidad paralela con la cultura popular. Su talento y adaptabilidad dio como resultado que los primeros conciertos apoyaran a artistas como la deidad del soul James Brown y el gran Albert King del blues.
En la década de 1970, Sanborn se ganó un amplio reconocimiento como instrumentista de jazz improvisado y como un ocupado intérprete de sesiones de R&B/pop/rock. Apareció en álbumes de pesos pesados del jazz como Gil Evans, Jaco Pastorius, los Brecker Brothers, Joe Beck y Mark Murphy, así como en proyectos de David Bowie, los Eagles, Carly Simon, Donny Hathaway y Bruce Springsteen.
Sanborn comenzó a grabar como líder en 1975, cuando lanzó su álbum debut, Taking Off, en Warner Bros. Continuó grabando una docena de álbumes para Warner, incluyendo esfuerzos bien recibidos como Heart to Heart, Hideaway, Voyeur y Straight to the Heart, antes de cantar con Elektra en 1990. En Elektra, Sanborn grabó CDs tan admirados por la crítica como Another Hand de 1991, Upfront de 1992, Hearsay de 1993, Pearls de 1995 (una colaboración con el arreglista Johnny Mandel), Songs from the Night Before de 1996 y Inside de 1999.
"En última instancia, no es un ejercicio intelectual", dice Sanborn, describiendo su filosofía musical. "Es como arreglar los muebles de una habitación; tratas de poner las cosas de manera que haya un cierto ambiente. Pintas las paredes de cierto color y eliges un cierto tipo de alfombra, con la intención de crear este pequeño mundo en el que quieres estar, y con suerte otras personas querrán habitar ese mundo también. Y si lo haces bien, te olvidas de los componentes y del proceso, y se convierte en una experiencia".
"Tal vez suene como algo obvio, pero necesitas a las personas adecuadas para que eso suceda. Lo bueno de los chicos Steve Gadd o Christian McBride es que no siempre escuchas lo buenos que son, pero si hablas con cualquier músico que haya tocado con ellos, es obvio. Se trata de avanzar en todo y hacer que la música suceda. Son desinteresados, y eso es lo que la música se supone que es.
"Hay una vieja expresión", señala Sanborn, "llamada 'Conseguir una casita', que se refiere al uso de un truco llamativo para hacer que la multitud se vuelva loca, como saltar a la barra o tocar una lengüeta muy rápida o sostener una nota durante mucho tiempo. Es una trampa fácil en la que se puede caer, yendo a por la solución rápida, y todos somos culpables de ello. Pero a medida que pasa el tiempo, estoy cada vez menos interesado en ese tipo de cosas y más preocupado por hacer el tipo de música que me parece más real. Para mí, de eso se trata Closer".